Cáncer de cuello uterino

En Argentina, el cáncer de cuello uterino ocupa el segundo lugar, luego del cáncer de mama, entre las causas de muerte más frecuentes por cánceres ginecológicos. La prevención es muy importante. El estudio PAP (Papanicolau), ha constituido un gran avance en el tratamiento precoz, mejorando el pronóstico de sobrevida significativamente.

Algunos factores de riesgo para esta enfermedad son:

  • Inicio temprano de relaciones sexuales.
  • Primer embarazo a edad temprana.
  • Múltiples parejas sexuales a lo largo de la vida, sin la protección adecuada.
  • Y muy especialmente: la infección ginecológica con HPV (Herpes Papiloma Virus), este virus se contagia por vía sexual y debe ser tratado obligatoriamente, pues se ha demostrado una relación muy importante con el cáncer de cuello uterino.

Todas las mujeres mayores de 25 años, o aquellas que se hayan iniciado sexualmente, deben realizar el examen PAP cada 3 años, hasta los 70 años.

Si el resultado fuera anormal se realizará colposcopía y cepillado endocervical, y según sus resultados biopsia dirigida colposcópica.

Tenga presente que la detección precoz de este tipo de cáncer permite un tratamiento local muy eficaz con excelentes resultados. Consulte regularmente a su ginecólogo.

La vacuna contra el HPV previene la infección por virus 16 y 18, que son responsables de aproximadamente el 60-70% de los tumores de cuello de útero. La vacuna no actúa sobre las infecciones preexistentes en el momento de la vacunación.

La vacuna sólo alcanza máxima protección inmunológica cuando es aplicada a las mujeres antes del primer contacto sexual.

El Ministerio de Salud ha establecido que todas las niñas de 11 años, reciban la vacuna contra el HPV con cobertura al 100%. Sin embargo la vacuna no exime a las mujeres de continuar con sus controles de prevención mediante el test de PAP.

La vacuna contra el HPV actualmente disponible en el mercado reducirá el riesgo de cáncer de cuello de útero, pero no lo eliminará. Por lo tanto, el PAP cada tres años continúa siendo el principal método de detección y prevención.