Beneficios para la salud en la práctica deportiva en los niños y adolescentes

Todos los adultos sabemos que durante la niñez y la adolescencia se conforma la base estructural de nuestro organismo, es decir que durante esta etapa de la vida armamos los cimientos sobre los cuales desarrollaremos nuestras capacidades futuras.

Muchas personas tienen el concepto que la práctica deportiva es sólo una actividad recreativa y que sirve para mejorar las relaciones sociales. Este razonamiento es válido pero insuficiente, pues podríamos, por ejemplo, tener otras formas de recreación o de actividad social y creer entonces que no necesitamos practicar deportes.

El deporte, como práctica regular desde la niñez y sostenida en el tiempo es una herramienta invalorable para la formación adecuada del organismo (estructura ósea, muscular, cardíaca, pulmonar, inmunológica y psicológica). Tanto en el niño y en el adolescente, el ejercicio físico practicado regularmente es una eficaz herramienta en la prevención de muchas enfermedades que se manifiestan muchos años después, como la obesidad, la hipercolesterolemia, la diabetes, la arteriosclerosis, la hipertensión arterial, las enfermedades cardiovasculares, la osteoporosis y los estados depresivos, siendo muy útil en la prevención de hábitos de vida poco saludables, como el consumo de tabaco, bebidas alcohólicas y drogas.

Es responsabilidad de padres y educadores promover en el niño la idea de que el ejercicio físico practicado regularmente es saludable, divertido y necesario. Debemos advertir que cada vez son más los niños que ocupan su tiempo libre en actividades sedentarias, como ver televisión, jugar con videojuegos o con la computadora, no siendo saludable que esta actividad sobrepase las dos horas diarias.

La actividad física como parte de nuestra vida

La educación deportiva implica adquirir el hábito de la actividad física como parte de nuestra vida. Esta conducta es aprendida de la misma forma en que se incorporan las normas de conducta higiénica o social, y cuanto antes esto suceda, mayor será la posibilidad de que se adopten en forma natural y así mantenerlas a lo largo de toda nuestra vida.

Respecto de la cantidad de ejercicio, la recomendación de diferentes organismos relacionados con la salud señalan que los niños y adultos deberían realizar por lo menos 30 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada, la mayor parte de los días de la semana (un mínimo de 3 a 4 veces por semana).

¿Qué es una actividad física aeróbica de intensidad moderada?

Todo ejercicio físico (caminar en forma enérgica, trotar, correr, nadar, andar en bicicleta) realizado a una intensidad que haga trabajar al corazón en un rango de pulsaciones comprendido entre el 55 y el 85% de la frecuencia cardiaca máxima. Esta última se calcula haciendo el siguiente cálculo:

220 – edad (en años)

A modo de conclusión...

Podríamos decir que todos nosotros tenemos la oportunidad de mejorar la salud practicando deportes, y que es preferible comenzar con esta actividad desde la niñez.

No existen limitaciones de edad, ni de tiempo, ni económicas que nos impidan realizar alguna actividad física acorde con lo que necesitamos.

Todos podemos iniciarnos caminando, trotando, nadando, andando en bicicleta, aún si tuviésemos alguna limitación podríamos realizar ejercicios sentados en una silla o incluso desde la cama. Existen planes de rehabilitación física para ancianos, cardiópatas, personas que han sufrido accidentes cerebro vasculares, personas con enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple, etc.

Nuestra recomendación es que conozcamos y demos posibilidades de desarrollo a nuestro cuerpo, el beneficio que obtendremos nos dará confianza en nuestras propias posibilidades y nos fortalecerá en el desarrollo en otras áreas no deportivas.

Dr. Carlos A. Esquivel
Gerencia de Prestaciones Médicas - OSDIPP