Salud Bucal: mejor prevenir que curar

La tendencia adecuada para mantener la salud bucal es la prevención, siendo importante estimular y desarrollar  acciones antes de que se manifieste algún problema dental, tanto en adultos como en niños.

Motivación

Debemos acercar al niño a la consulta odontológica en el estado de salud óptimo  de sus dientes. De esta forma podremos motivarlos, como en un juego, a visitar al odontólogo: conocer el consultorio, sus instrumentos, equipos y olores característicos.

Además, así podemos evitar que los niños se enfrenten con situaciones traumáticas que perturban su experiencia y  que  registren con  miedo para futuras visitas.

 

Motivar es un paso positivo para la prevención cuando los dientes y tejidos están sanos.


Enseñanza y técnicas para la higiene

Los odontólogos tienen la importante tarea de enseñar a los niños a higienizar los dientes y a conocer su boca.

Enfermedades: la causa principal de las enfermedades más comunes (caries) y enfermedad periodontal con sangrado, es la acumulación de la placa dental, una capa pegajosa e incolora con azúcares, ácidos y microbios que se forman constantemente sobre el esmalte del diente y que luego lo daña.

 

Factores de riesgo para la enfermedad

La caries ha sido identificada hace más de cien años por el estadounidense W. Daylon Millar, y la OMS ubica a la Argentina entre los países de riesgo medio en parámetros que utiliza para su determinación.

  • Falta de educación para la salud y desinformación al respecto.
  • No concurrencia al Odontólogo de manera periódica.
  • Deficiente higiene dental.
  • Consumo de alimentos con exceso de azúcares, la que es consumida con elevada periodicidad (más de 4 momentos al día).
  • Calidad de la pieza dental y su situación de oclusión.

Hábito: es importante la participación activa de grandes y chicos para el logro del hábito de lavarse los dientes después de cada comida. Los dentífricos actuales, con diferentes y agradables sabores, contribuyen a dicha tarea y el agregado que tienen de flúor, contribuye a fortalecerlos.

Cepillado: la técnica del cepillado básico será enseñada en cada caso por el profesional actuante. Desde los tres años los niños pueden aprender a cepillarse sus dientes.

Cepillo: la mayoría de los odontólogos prescriben cepillos con mango recto, con cerdas de terminación suave y redondeada, cabeza no muy grande para que permita la llegada a todas las caras de los dientes. Hay variantes según la boca, pero en líneas generales se recomienda:

  • Usar el cepillo seco con poco dentífrico.
  • Renovarlo cada 3 meses o menos.
  • Usar elementos interdentales para mejorar la higiene de la forma que le indiquen.

 

El cuidado en la higiene y visita al odontólogo previenen la formación de caries.


Acciones al alcance del paciente en materia preventiva

Topicación de flúor: la realiza el odontólogo en forma de topicación para cada arcada dentaria, lo cual produce una remineralización y cristalización del esmalte dental, provocando un aumento de la resistencia a las caries y una disminución en la adherencia de las bacterias.
Este tratamiento se recomienda repetirlo cada seis meses.

Selladores de fosas y fisuras: los realiza el odontólogo, colocando resinas apropiadas que otorgan un plastificado que evita la instalación de bacterias en los surcos y fisuras, y por consiguiente la formación de caries.

Ingesta: es otro factor que influye para mantener los dientes sanos. En este sentido es importante:

  • Ingerir una alimentación balanceada con carne, frutas, verduras, quesos, leche, pescado.
  • Evitar picar entre comidas para evitar la producción de ácidos de la placa.
  • Tratar de no comer azúcares ni golosinas sin el cepillado posterior.


PREVENIR NO DUELE
Tanto los adultos como los niños debemos efectuar un control periódico con la visita al odontólogo de nuestra confianza.