¿Qué hacer ante una quemadura?

Actualmente en la Argentina se estima que aproximadamente 140.000 personas son víctimas de quemaduras por año, y la mitad de éstas son niños.

Cabe destacar que las quemaduras más frecuentes en niños son producidas por superficies y líquidos calientes (plancha, tapa del horno, asaderas calientes, electricidad, pavas y ollas con líquidos hirvientes, y también infusiones calientes como té, café, mate, etc.). Pero, desafortunadamente, en a fin de año se agregan dos causas más: el mal uso de la pirotecnia y la mala exposición a los rayos solares.

La composición de la piel

Para poder comprender mejor la naturaleza de una quemadura, trataremos de explicar en forma sencilla cómo está compuesta la piel.

La piel consta de dos capas, una superficial que es la epidermis y otra que se encuentra por debajo de ésta que es la dermis.

  • La epidermis está formada por varios estratos superpuestos. Da la protección exterior a nuestro cuerpo y su integridad (sin lesiones) la transforma en una barrera infranqueable para las bacterias que habitan en su superficie, y que en tales condiciones no ocasionan ningún daño a nuestro organismo.
  • La dermis da el apoyo a la epidermis y contribuye a mantenerla en buenas condiciones, permitiéndole regenerar sus células cuando agresiones leves las lesionan o las destruyen.

Este “equilibrio dermoepidémico” es el custodio de la normalidad de nuestro medio interno, que funciona como un verdadero laboratorio biológico, en el cual incesantemente y durante toda la vida se producen intercambios químicos regulados por sistemas que responden a comandos neuroendocrinos; es decir, por el sistema nervioso y las glándulas de secreción interna.

En condiciones normales, todas estas variaciones metabólicas se mantienen en equilibrio dentro de límites fijados por este complejo sistema regulador, permanentemente atento a corregir cualquier desviación que tienda a perturbarlo.

Heridas y quemaduras

Cuando una herida produce una ruptura de esa integridad, el equilibrio se altera.

Si la herida es leve, la penetración bacteriana se controla mediante la antisepsia y protección de la zona afectada con gasa esterilizada o, en algunos casos, restituyendo la continuidad con puntos de sutura realizados con rigurosidad quirúrgica.

Cuando la quemadura es superficial (tipo A) destruye sólo las capas epidérmicas, que se regeneran en un plazo de entre 7 a 12 días debido a la capacidad reproductiva de las células no dañadas por la lesión. El paciente se cura sin secuelas; es decir, sin cicatrices o alteraciones visibles.

Si la quemadura es profunda, producida por agentes agresivos de gran intensidad como el fuego directo, inflamables u otros de igual naturaleza o por el contacto prolongado con otros agentes causales, la destrucción de la piel es total y por lo tanto no hay posibilidad de recuperación espontánea.

La gravedad de las quemaduras estará determinada entonces por la relación entre la extensión de las mismas y su profundidad.

¿Cómo reaccionar ante una quemadura?
  • Aplicar solamente agua fría o hielo (envuelto en una gasa)
  • Proteger la zona con una gasa para evitar infecciones
  • Nunca aplicar sobre la zona afectada otros elementos (manzana, margarina, manteca, aceite, tomate, ungüentos, dentífrico, etc.)
  • No reventar las ampollas que se formen
  • Consultar en forma inmediata a un médico especialista en quemaduras

Fundación de Quemados Fortunato Benaim