El Certificado de Aptitud Física puede salvarnos la vida

Muchas veces practicamos cualquier tipo de ejercicio sin saber si estamos en condiciones físicas para hacerlo y esto puede resultar peligroso. Para no correr riesgos, es necesario el Certificado de Aptitud Física y seguir las recomendaciones de su médico.

Realizar ejercicios en forma regular es saludable, previene y ayuda a controlar diferentes patologías como la hipertensión arterial, la diabetes, la obesidad, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Ley N° 139/98 obliga a los gimnasios a solicitar a todas las personas que realizan actividades físicas en sus instalaciones que presenten el Certificado de Aptitud Física. Este documento deber ser extendido por un médico matriculado y actualizado regularmente.

En la población de deportistas aparece periódicamente algún caso de muerte súbita que hace movilizar al ámbito médico, periodístico, deportivo y a la sociedad en general. Cuanto más joven es la víctima y si el caso se asocia con el doping, mayor es el impacto.

¿Qué es un Certificado de Aptitud Física?

Este certificado acredita la aptitud física del individuo considerando su edad, sexo y actividad a desarrollar. Comprende 3 grandes áreas:

  • la clínico/pediátrica
  • la traumatológica
  • la cardiovascular. Esta última intenta identificar anormalidades cardiovasculares preexistentes y clínicamente relevantes y, por lo tanto, reducir el riesgo asociado a la práctica del deporte.
¿Qué es la muerte súbita?

Es una muerte no traumática, abrupta e inesperada. En la medicina del deporte se incluyen en esta categoría las muertes que no suelen ser inmediatas pero se relacionan con un colapso durante el ejercicio, producido por ejemplo por el impacto de un objeto en el pecho.

El 80/85% de los casos de muerte súbita se debe a causas cardíacas. El 15/20% restante a causas neurológicas, al asma bronquial, a golpes de calor, al doping. Su incidencia varía según el sexo, la edad y la intensidad del ejercicio.

En las mujeres existe menor evidencia de muerte súbita. Aunque no existe explicación concluyente, las mujeres tienen una participación menor en actividades intensas, presentan menor incidencia de enfermedad coronaria y de hipertrofia ventricular izquierda, consumen menos estimulantes y rara vez presentan enfermedades relacionadas con el calor.

En relación a la edad, en la población en general, la incidencia anual de muerte súbita fluctúa entre 0.5-1 por 100.000 adolescentes y adultos jóvenes (menores de 35 años) y de 1-2 por 100.000 en sujetos mayores de 35 años. Se considera que a partir de los 30 años, la enfermedad coronaria es la causa primaria de muerte súbita.

Con respecto a la intensidad del ejercicio, las variables estarían relacionadas con la combinación de la mayor demanda metabólica de la actividad, el número de sujetos que participan y el tiempo de exposición. Los deportes que requieren una mayor demanda metabólica y tienen mayor incidencia de muerte súbita son el fútbol, el básquet, las carreras de fondo y maratón, el tenis (singles), el paddle y fútbol americano.

Aunque no se pueden prevenir el 100% de los casos de muerte súbita vinculada al ejercicio, muchas se podrían evitar con un control médico que derive en un Certificado de Aptitud Física adecuado.

En líneas generales, un examen físico debería incluir:

  • En menores de 35 años: examen clínico, electrocardiograma y radiografía de tórax (opcional laboratorio y ergometría según indicación médica).
  • En mayores de 35 años: examen clínico, laboratorio, radiografía de tórax y electrocardiograma (ergometría según indicación médica).
Consejos para una práctica deportiva segura:
  • Realizar un ayuno de 2 a 3 hs previas a la práctica e hidratarse 15 ó 20 minutos antes del ejercicio, repitiéndose cada 20 ó 30 minutos.
  • Si fuma se recomienda no hacerlo las 2 hs previas y hasta 1 hora después. El cigarrillo puede provocar arritmias.
  • Realizar una entrada en calor previa.
  • Ajustar la intensidad del ejercicio a la frecuencia cardíaca, según edad y condición física.
  • No suspender bruscamente la actividad.
  • Tomar una ducha tibia. La caliente impide la perdida de calor y el frío puede producir vaso espasmo coronario.
  • Si luego de un período prolongado de inactividad decide retomar la práctica, hágalo en forma gradual.
  • Si el día presenta temperaturas elevadas, hay que hidratarse y disminuir la intensidad del ejercicio.

Dr. Eduardo Adaniya
MN: 86765
Medico Cardiólogo Universitario, Especialista en Ergometría y Rehabilitación Cardiovascular. Medicina del deporte.